Poesía

Hacia el calvario

¿A dónde vas rendido, dueño mío?

¿A dónde vas cubierto de sudor?

Tus lágrimas son perlas de rocío….

Quiero enjugar tus lágrimas, de amor.

Las lágrimas que vierto

No puedes enjugar….

Abrazan como el aire del desierto

y amargan como el mar….

¿A dónde vas gimiendo, Dulce amado?

¿A dónde vas cargado de la cruz?

Está tu bello rostro ensangrentado

Y en tus ojos divinos ya no hay luz….

Mis ojos han perdido

su claro resplandor,

porque tristes y amantes han vertido

mis lágrimas de amor….

Tu voz está apagada y dolorida

Y hay espinas punzantes en tu sien.

Si te las clavé yo, Sol de mi vida,

Deja que te las quite yo también….

Tus manos delicadas,

Rendidas de pecar,

Mis espinas sangrientas y aguzadas

No pueden arrancar.

¿A dónde vas lloroso y solitario?

¿Hacia dónde caminas, oh Rabí?

-Camino hacia la cumbre del calvario

Para morir por ti!